lunes, 14 de marzo de 2011

EL TALLER DE LA PALABRA EN SANTA ANA

...Contar un cuento es elegir una historia con la que nos sentimos a gusto y de la cual anhelamos, “el otro” también lo sienta.
Generalmente iniciamos su relato porque algo o alguien presionó el botón mágico de la evocación, que en un momento determinado nos llevó en un viaje relámpago y sin paradas intermedias por imágenes, recuerdos, olores, sabores… que en síntesis nos trajeron esa historia de la mano, hasta nuestros labios para poder contarla. Luego, en el desgranar y comenzar a caminar el relato, distintas partes de nosotros se fueron involucrando: la mirada, el oído, el acompasado o acelerado latido de nuestro corazón… ese que le da el verdadero ritmo a todo lo que nos pertenece; todo irá sumándose como en el “in crescendo” de una orquesta filarmónica. En algún momento el corazón se aquietará, tal vez las miradas sean esquivas o sólo se detengan en algunas seleccionadas, la voz se volverá tenue, sigilosa, y veremos en un gesto a nuestros escuchas acercándose no sólo para asegurar lo escuchado, sino para tener la certeza de que esa magia no escapará por ningún recoveco. En ese mismo momento, cuando todo parece llegar al remanso de un descanso en el relato… un grito; el golpe en una puerta; los ojos que se detienen fijos y helados en el infinito de una sala llena de asombro.
¿Qué ocurre?
¿Qué mira el cuenta cuentos?
¿Quién está ahí, observándonos desde la sombra o desde el mismo infierno que existe en esa pared?...






En una tarde calurosa y húmeda nos encontramos en el inmenso salón de la Escuela Marco Manuel Avellaneda, por la invitación de la profesora Liliana Paez, allí en Santa Ana, tierra del "Perro Familiar"(*), en la provincia de Tucumán.
La inquietud, como siempre, buscar el camino que acerque a las partes dentro del maravilloso mundo de los relatos, del uso de la palabra oral y escrita...



Enseñar y aprender no es más que un acto de a dos, donde todo el tiempo el que aprende enseña, y el que enseña, aprende...
Al mismo tiempo compartimos una inmensa energía de amor en la cual las piezas del compartir, se van encastrando armoniosamente.
Esa mirada que entregaste cuando preguntabas, sumada a la sonrisa de la comprensión del que entendía, iluminó tu corazón de una especie de magia de esperanza... AMBOS TENÍAN ALGO NUEVO.
Un ida y vuelta perfecto, en sincronía suave y templada... como es la sincronía.
Entregarnos al enseñar, es darnos la posibilidad de saber que algo dentro nuestro está ocurriendo; al mismo tiempo que unas cuantas cosas se acomodan en el Universo, que seguramente sonreirá aliviado al comprobar una vez más que dos almas se han acompañado y han disfrutado al encontrarse.

Eso, más o menos es enseñar
Eso, más o menos es compartir un relato, una historia que habla de nuestras "partes" que serán tan esenciales para seguir buscando en un libro, en una historia, en una poesía, aquello que nos hace crecer... madurar.
Sobre todo, como docentes.





(*) LEYENDA "EL PERRO FAMILIAR"

La leyenda del FAMILIAR es una de las más tradicionales en el campo tucumano, transimitida en forma oral de generación en generación.
A continuación cito parte de un trabajo de investigación realizado por dos estudiantes de segundo año de Polimodal de la ciudad de Aguilares, realizado en el 2004, por LUCIANA DEL MILAGRO ABRAHAN y AGUSTINA MARIA ZARIFE.

Testimonios de lugareños de Santa Ana: Jorge Vizcarra.
"- bueno, bien, me voy a presentar, mi nombre es Jorge Vizcarra, soy agrónomo de la zona de Santa Ana, hace poquito tiempo realizamos un trabajo referente a la historia y a lo que fue en una de sus mejores épocas, el "coloso del sur", el coloso de Latinoamérica mejor dicho, como es Santa Ana.
Santa Ana cubre una gran parte de la historia como un gran productor de la industria azucarera y así también encierra dentro de ella otra historia, que va acompañando al paso de esto que fue algo muy grande, valga la redundancia la pauta y la industrialización de la caña de azúcar; encontramos ahí una leyenda mejor, como la califico yo que es la del Perro Familiar.
¿Qué es el Perro Familiar?
La pregunta que nos trae, en las épocas de Hileret (ex-dueño del ingenio), en las cuales el obrero debía de trabajar en los surcos para mejorar su salario, para mejorar su nivel de vida, para mantener un status laboral. El familiar era un perro que según las biografías que se encuentran en vigencia, como por ejemplo el "Sexo del Azúcar", nos cuenta que el Perro Familiar vendría a ser un espanto, que tenía hábito de vida en el ingenio, que tenía como principal alimento la piel sudada del obrero. El andaba en todas las colonias que formaban y forman actualmente nuestro pueblo, en cuyas colonias existían viviendas a donde se alojaban los peladores de cañas que venían de distintos puntos de la provincia, ellos eran seguidos, digamos así por ese ser llamado el familiar, un perro arrastrando cadenas con ojos color de fuego, que hacía su punto principal en el chalet de los entonces dueños del ingenio Santa Ana, en el actual edificio de la planta comunal, que era el lugar donde ellos vivían. Allí el Perro Familiar tomaba el alma de aquellas personas que no cumplían en sí con todas las reglas que tenían en ese entonces el forjador de la historia y forjador de la industria y del desarrollo también, por qué no decirlo férreo, acá en la provincia... Clodomiro Hileret".

Entrevista a Tita Pérez:
"- Bueno yo, este era una mañana de invierno a las seis de la mañana, yo iba a mi trabajo, iba con mi hijo de tres años, de ahí me salió el perro familiar a mi, era un inmenso perro muy peludo, y bueno, me vino miedo, era una mañana muy lluviosa, cuando yo salí al portón que da a la calle principal del ingenio, nosotros hemos salido a la calle, me i dado vuelta yo y ya el perro, ya no aparecido más, pero era un inmenso perro, tenía una cadena, pero bien larga y bien brillosa, parecía como de plata y bueno, eso fue todo lo que me sucedió a mi en ese momento, nada más.
No sabés, esa lengua rosita, viera yo como me i puesto, sabes que lo peor cuando yo ya i salido del camino, ese de cemento, me caído de panza con hijo y todo, en el barro, sabes que hemos llegado embarrados a la comuna, eso es."



LUCIANA DEL MILAGRO ABRAHAN y AGUSTINA MARIA ZARIFE con Tita Pérez

1 comentario:

Anónimo dijo...

por favor, eso del familiar es una tonteria, los presidentes que vinieron a santa ana venia a ver a clodomiro dar comer al perro? 'razonemos, porque vinieron roca, pellegrini, juarez celman,roque s.peña,teodoro roosevelt pdte. de ee.uu,george clemenceau santa ana nunca fue tierra d mitos y leyendas,fué tierra de realidades.