martes, 7 de octubre de 2008

JORNADAS DE SALUD MENTAL Y LITERATURA EN RIO CUARTO


Ya les hablé de lo ocurrido en Río Cuarto, donde una vez más sentí, que la voluntad de unos pocos, nos puede hacer disfrutar y "ENTENDER" a muchos...

En la nota de LOCORAL, les hablo de ese disfrutar y la música... tan buena dupla!!

Acá va el informe que realizó el Dr. Pablo Nani, sobre el resultado de la Jornada, y me pareció muy bueno, que puedan leerlo...

Informe sobre las Jornadas: UN RÌO DE HISTORIAS “Puentes entre la Salud, la Educación y la Literatura”.

Luego de haber participado en la experiencia de las Jornadas, en donde personas que provinieron, y discurren por diferentes instituciones, como son los alumnos y profesoras de una Escuela Secundaria, integrantes de un taller literario, personal de salud de diferentes sectores (Salud Mental, Grupo de HIV) y una narradora oral: nos situamos, creímos y creamos un espacio de Salud, compartiendo vivencias e historias.

En un primer momento, y después de la presentación de todos los integrantes, el Dr. Berlaffa expresó a partir de una lectura previa a la Jornada: la relación entre la muerte y la escritura, llevándonos al poder material de la letra y el puente que esta lleva con la vida, una vida que puede ser amenazada y puesta en peligro como fue los campos de concentración.

Inmediatamente al relato del Dr., se apagaron las luces del salón, y en el fondo del mismo: una luz proveniente de una extraña lámpara iluminó a Andrea (Lic. Psicología), y las letras que sostenía con sus manos, se trasladaron en un tono bajo y armónico a las atentas orejas de los participantes, y el cuento “desafío” del escritor Eduardo Galeano llegaba, a través del su vos, a la tierra: “también la tierra puede dibujar como el cielo dibuja, y puede volar, sin despegarse del suelo, en las alas de los pájaros que crea” (Del libro: Bocas de tiempo. Eduardo Galeano 2004). Unos de los aspectos por los cuales se eligió ese cuento, fue el desafío de realizar una conjunción de edades, disciplinas, ideas, sentimientos y experiencias; por otro lado el escritor Eduardo Galeano es uno de los íconos de América Latina en contar historias de pequeños y grandes lugares de nuestras tierras, defendiendo el derecho que a ellas y sus pobladores les corresponde. Y por último la ubicación de Andrea cobra significancia, ya que al estar en el fondo, corta con lo escénico de primacías para mezclarse con el público y ser uno más.

Unos minutos más tarde, los chicos de las escuelas nos deleitaron con actuaciones, poemas, cuentos y una particular producción en caricatura, hecha con filminas, todos girando a la problemática actual del HIV. Gracias a la participación del equipo profesional de HIV del Nuevo Hospital de Río Cuarto, se pudo mantener un nexo educativo sobre algunos de los temas abordados por lo chicos.

La mañana, mientras tanto, transcurría entre matecitos, bostezos, risas voladoras y silencios expectantes, estos silencios se extendieron para darle paso a Rubén, quien como escritor, nos sorprendió contándonos hechos de su vida personal, pero hechos que casi lo desechan como sujeto, sumergido en sus recuerdos y trayéndonos esa materialidad de la letra que previamente el Dr. Berlaffa nos había introducido. Rubén, con esa tranquilidad que nos tiene acostumbrado, sacó de sus portafolios, una carta de libertad, una carta que le ayudo a sentirse pájaro. Rubén estuvo preso en una época signada por los mandamientos militares, y una letra pequeña y como en ovillos que surgía de sus manos intentaba respirar.

El programa devenía bajo una coherencia no planeada, se habían establecido puentes entre los diferentes participantes; pero María no se presentaba de acuerdo a lo pautado, ya que un paro de colectivo no le permitió llegar a horario y esto le daba un aire mágico al encuentro, debido a que cuando tomo por primera ves contacto con Maria, a través de Internet, Maria desafiaba los piquetes del país y salía a caminar cuentos.

Al fin, después del almuerzo llegó Maria y los chicos percibieron su espíritu inquieto, quedando atrapados por sus relatos, relatos que su cuerpo los reproducía, gestos que salían de su persona para ser otros. Una narradora oral que se atrevía a venir a Río Cuarto a contarnos sus peripecias y escuchar nuestras historias, y así, luego…, seguir caminando cuentos.

Por último, las jornadas finalizaron con la exposición de cuentos, cuentos que se generaron por la formación de grupos heterogéneos – estudiantes, profesores, médicos, trabajadores sociales-.

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