sábado, 16 de octubre de 2010

NACIÓ EL LIBRO: "CAMINANDOCUENTOS"

Por fin!!!!!!!!!!


Y como todo llega cuando debe llegar, aquí está:



anduvo naciendo por Unquillo, cosa bastante sensata, ya que la mamá lo gestó en Villa Berna..., dicen que de padre desconocido...

hablando en serio: para los que lo quieran ver cara a cara, el próximo viernes...

12 de noviembre - 21.00hs

The Classic

Laprida 1125 (CABA)


Los esperamos para la presentación en sociedad de esta bella criatura, que se hizo rogar, pero aquí está!!

Para los que no puedan asistir, el libro estará a la venta, solicitandolo por mail a:

mariafernandagutierrez@yahoo.com.ar

Valor: $ 35.-




Presentación del libro en Rosario


Presentación del libro en Villa Berna, Córdoba

lunes, 4 de octubre de 2010

PANADERIA LITERARIA



Este domingo a la tardecita, nos juntamos en la hermosa casa de Nati y Sara, y se armó la "Panadería Literaria"!!!!!!!!!!!
Qué bien la pasamos!!
Realmente iba a hablarles de los cuentos y de los pancitos que nos comimos... pero ocurrió algo..., una amiga, Marta, me escribió estas palabras al finalizar el espectáculo y sentí que debía compartirlas con ustedes; no por sentirlas un halágo, que lo fue, por supuesto, sino porque lo que ella dice que sintió es lo que aspiro sintámos todos. Que por fin un cuento sirva para DESPERTARNOS, para decir: "y si levanto los brazos... podré volar?"... algo así.
Bueno, sin más preambulos... mi querida Marta.

Que es como pedirme que "traduzca más o menos, así nomás, como para saber de qué se trata", ¿no?, pero sea: yo qué sé, venía pensando en el subte (pensando, no elaborando) que "me sorprendiste", no lo dice bien, es una mezcla de: me sorprendiste/sobresaltaste/escandalizaste/divertiste/cautivaste/desordenaste/diste ganas de hacer quilombo en la clase, arrugar todo el uniforme azul marino de tablitas prolijitas planchaditas almidonaditas y agarrar un pollo vivo del cuello, a ver cómo es, a ver si así también se baila, carajo.

Un ejemplo: yo, que me acabo de pasar diez años en la cultura que parió al rey Arturo, NUNCA PERO NUNCA NUNCA NUNCA, hubiera ni remotamente soñado en que hablara de vos. No sé: no me cabía en la cabeza. Ni bajarlo del caballo me cabía en la cabeza. Ni el lenguaje (no el idioma, eh, el lenguaje, el registro, la manera de contarlo, que el pibe "se tome unos vinos con el rey", no sé, no sé, hay gente acá adentro que grita ¡desacato, desacato! y otra gente está que trina de contenta, no sé, no sé, es raro).

Tenés esta cuestión que a mí me enciende de una alegría feroz, esta cuestión de que atrás de lo que vos decís no hay texto, me estás hablando a mí, no hay voz estudiada, no hay ese efecto del tonito recitado, estamos así, mano a mano, ¿me entendés?, sin la palabra tan cuidada, sin tanto ... ¡¡¡por qué no me dejás elaborar un cacho, carajo!!! (me encantó que un Lancelot pueda en la vida de alguien llamarse así, Cacho, ¡¡¡desacato, desacato!!!) bueno, vos me entendés, y a mí, que le hago prosternaciones a la palabra, me pusieron una correa corta al cuello y te seguí y te seguí y te seguí.

ME DIVERTÍ, de verdad, de verdad, me divertí. No me diste tiempo a analizar nada (¡¡¡y eso es bueeeenoooo!!!).

Y si sigo, voy a terminar elaborando algo, así que termino acá. Pero para terminar: en un ratito voy a estar igual que siempre por afuera, seguro, pero en los adentros, estoy segura que debo haber quedado más ancha. ¡Graaaaciaaas!

Que tengas un lindísimo viaje y nos vemos cuando vuelvas.

¡Un abrazo enorme!
Marta