con un corazón que vibra en nuestra misma sintonía... como tantos otros...
QUE SUERTE, NO??,
nos hace este primer regalo de cumple, que ya me tiene moqueando...
Informe sobre las Jornadas: UN RÌO DE HISTORIAS “Puentes entre
Luego de haber participado en la experiencia de las Jornadas, en donde personas que provinieron, y discurren por diferentes instituciones, como son los alumnos y profesoras de una Escuela Secundaria, integrantes de un taller literario, personal de salud de diferentes sectores (Salud Mental, Grupo de HIV) y una narradora oral: nos situamos, creímos y creamos un espacio de Salud, compartiendo vivencias e historias.
En un primer momento, y después de la presentación de todos los integrantes, el Dr. Berlaffa expresó a partir de una lectura previa a
Inmediatamente al relato del Dr., se apagaron las luces del salón, y en el fondo del mismo: una luz proveniente de una extraña lámpara iluminó a Andrea (Lic. Psicología), y las letras que sostenía con sus manos, se trasladaron en un tono bajo y armónico a las atentas orejas de los participantes, y el cuento “desafío” del escritor Eduardo Galeano llegaba, a través del su vos, a la tierra: “también la tierra puede dibujar como el cielo dibuja, y puede volar, sin despegarse del suelo, en las alas de los pájaros que crea” (Del libro: Bocas de tiempo. Eduardo Galeano 2004). Unos de los aspectos por los cuales se eligió ese cuento, fue el desafío de realizar una conjunción de edades, disciplinas, ideas, sentimientos y experiencias; por otro lado el escritor Eduardo Galeano es uno de los íconos de América Latina en contar historias de pequeños y grandes lugares de nuestras tierras, defendiendo el derecho que a ellas y sus pobladores les corresponde. Y por último la ubicación de Andrea cobra significancia, ya que al estar en el fondo, corta con lo escénico de primacías para mezclarse con el público y ser uno más.
Unos minutos más tarde, los chicos de las escuelas nos deleitaron con actuaciones, poemas, cuentos y una particular producción en caricatura, hecha con filminas, todos girando a la problemática actual del HIV. Gracias a la participación del equipo profesional de HIV del Nuevo Hospital de Río Cuarto, se pudo mantener un nexo educativo sobre algunos de los temas abordados por lo chicos.
La mañana, mientras tanto, transcurría entre matecitos, bostezos, risas voladoras y silencios expectantes, estos silencios se extendieron para darle paso a Rubén, quien como escritor, nos sorprendió contándonos hechos de su vida personal, pero hechos que casi lo desechan como sujeto, sumergido en sus recuerdos y trayéndonos esa materialidad de la letra que previamente el Dr. Berlaffa nos había introducido. Rubén, con esa tranquilidad que nos tiene acostumbrado, sacó de sus portafolios, una carta de libertad, una carta que le ayudo a sentirse pájaro. Rubén estuvo preso en una época signada por los mandamientos militares, y una letra pequeña y como en ovillos que surgía de sus manos intentaba respirar.
El programa devenía bajo una coherencia no planeada, se habían establecido puentes entre los diferentes participantes; pero María no se presentaba de acuerdo a lo pautado, ya que un paro de colectivo no le permitió llegar a horario y esto le daba un aire mágico al encuentro, debido a que cuando tomo por primera ves contacto con Maria, a través de Internet, Maria desafiaba los piquetes del país y salía a caminar cuentos.
Al fin, después del almuerzo llegó Maria y los chicos percibieron su espíritu inquieto, quedando atrapados por sus relatos, relatos que su cuerpo los reproducía, gestos que salían de su persona para ser otros. Una narradora oral que se atrevía a venir a Río Cuarto a contarnos sus peripecias y escuchar nuestras historias, y así, luego…, seguir caminando cuentos.
Por último, las jornadas finalizaron con la exposición de cuentos, cuentos que se generaron por la formación de grupos heterogéneos – estudiantes, profesores, médicos, trabajadores sociales-.
Querida Angie te cuento
y no lo hago por vanidad,
qué es ser en estos momentos
Patrimonio de la Humanidad.
Ya no hay paz en los cerros;
un patrimonio mundial
es un pueblo planetario,
una extraña aldea global.
El camino que bajaba
por la cuesta de Lipán,
es autopista de asfalto
que acuchilla al pueblo natal.
La Nica que hacía tamales
trabaja hoy en un hotel,
en negro por supuesto
todo el día meta correr.
Quedó sin agua de acequia
el Santiago que sembraba,
ahora la usan los hostales
¡y se secaron las parras!
¿Miguel y Juan Antonio?
No se los encuentra más,
vendieron su casa y se fueron
a vivir en Palpalá.
Por eso ya nadie se pone
disfraces en las comparsas.
Y esos cholos urbanos
ni honran a la Pachamama.
Querías comprar un terreno
pa vivir con el Solís.
Ahora valen millonadas
mejor andate a París.
Por culpa del alcohol
que venden “para curar”,
hay más misiles aquí
que en Israel y en Irak.
El José con sus quince años
anda de distribuidor,
de pastillas en los bailes
poxinero y tomador.
Causa del turismo sexual
la Juanita de Chalala,
se ha quedado de encargue
para un porteño sin plata.
Ella me comentaba
que Manuela y Damiana,
aprendieron con un hippie
a fumar la marihuana.
Malafés venden terrenos
con gente que vive adentro.
Son capaces de venderlos
a los ríos y a los cerros.
Los inversores nos dicen
mientras se comen la carne.
¡Cuiden el patrimonio!
¡Sean los perros guardianes!
Se piensa que algún día
los políticos jujeños,
darán cabida a los indios
y harán realidad sus sueños.
Tengo en cuenta a los nativos
el gobernador decía,
con un ojo bien en serio
pero con el otro se reía.
Es que hay mucho turista
y el gobierno está contento.
¡Vengan, vean los collitas
y sus coloridos cerros!
Zoológico parece,
el dueño cobra la entrada.
¡Pasen, vean mis animales!
Y para los monos… nada.
Papelito blanco
andá volando.
Si no te reciben
volvete llorando.
Desde Santiago del Estero... para escuchar...
De tu palo soy
hijo de tu cuero
soy el olvidao
en la alcancía del tiempo
el que se quedó
de pie poniéndote el pecho.
Flor obrera soy
silvestre de espuma
cuando el tren se va
miro en las vías la luna
pensando tal vez,
mi pueblo encuentre fortuna.
Mi bofe se hinchó
cuando repartieron
de mi no se acuerdan
dicen que nunca me vieron
que no soy de aquí
que ya no tengo remedio.
Soy el olvidao
el mismo que un día
se puso de pie
tragando tierra y saliva
camino hacia el sol,
para curar las heridas.
Una herida soy
buscando el salario
maestros de pie
cuidando pichones blancos
que madurarán
iluminando este pago.
Soy el que quedó
en medio e'los ranchos
guacho del fiao
a un mate y guiso inventado
hambre y rebelión
fueron creciendo en mis manos.
No quiero de más
quiero lo que es mío
al maso trampeao
quiero torcerle un destino
levántate cagón
que aquí canta un argentino.
Diría sin temor a equivocarme, que mi bruja nació en LA COCINA.
Desde allí hablaré y será vital explicarles cómo dejé que naciera la hechicera, que despertó a la bruja allí…
Las brujas o hechiceras tienen en cualquier lugar del mundo, ciertas particularidades...
Suelen volar en sus escobas, preparar brebajes en sus calderos, tener un cuervo en su hombro y según sus años de experiencia, una verruga en la nariz.
A esta altura de mi vida he aprendido varias cosas sobre mi misma y sobre otras brujas que me rodean. Si pienso en todas las mujeres sabias que murieron en una hoguera, por no haber sido comprendidas, se me estremece el corazón...
Por estos días he descubierto que, sobre todas las cosas, amo usar mi caldero. Para mis amigos, para mí, o para cualquier desconocido desprevenido. Tal vez, cuanto más desprevenido, mejor...
Debo confesar, por otro lado, que me encuentro en pleno estudio de vuelo sin motor, pero todavía estoy en las preliminares. Hay vuelos que me salen bastante bien, planeo por las tardes, que es cuando más me gusta, de árbol en árbol. Sinceramente, prefiero los abedules, que son algo más cadenciosos cuando uno se apoya en ellos, tienen un suave contoneo que mece y calma al más exaltado de los humanos. Deberían probarlo. También me gustan los tilos y fundamentalmente, me tranquilizan. Sin dudarlo, los recomiendo en el verano, cuando el follaje es tupido y sus hojas verdes claras alivian la mirada, sin mencionar el aroma fresco de sus flores, que por supuesto, al bajar del árbol, probaré en infusión.
Volviendo al vuelo sin motor, que hace años practicaba mi padre con dos alas de madera de verdad, dóciles y estilizadas; seguiré practicando un tiempo más, con el levitar de mis alas de maga. Lo de la escoba, aún no me sale, quizás no he encontrado la indicada.
Por mi pago, casi todas tienen una, pero no sé cómo o cuándo la usan, porque por más que miro el cielo, nunca las veo volar en escoba, así que seguiré intentando con las alas del alma, que bastante bien me han resultado.
Ustedes pensarán, para qué quiere probar con la escoba, si con las alas le va tan bien??
Usar las alas del alma, es de cuidado. Más de una vez me ha pasado que subí fácilmente al abedul, pero me fue muy difícil bajar, y me han contado algunas compañeras, que con escoba uno maneja las velocidades y las alturas como quiere...
Recuerdo a mi abuela, diciendo, - “bajá de la palmera!!”, y ahora entiendo, que hablaba con otra bruja desprevenida, que había subido, pero no sabía cómo bajar…
Yo sigo intentando, pero por ahora sin escoba, hasta que encuentre una bruja veterana que me explique el despegue y fundamentalmente el aterrizaje...
Mientras busco una buena maestra, sólo me ofrezco como maga experta en el ámbito del caldero, total con el vuelo, tengo tiempo..., creo que me faltan varios años, hasta llegar a la categoría de “master en brujería” y obtener mi propio cuervo y una horrible verruga en la nariz...
El Congreso Nacional de Mamás Noel, estaba por comenzar.
Todos los cupos estaban cubiertos; no se tomanban más ponencias y algunas mesas redondas, habían cubierto su participación, el mismo día que se abrieron las inscripciones.
Se celebraría en una hostería de montaña, en un pueblo llamado Villa Berna, en la provincia de Córdoba; y afortunadamente había conseguido ser de interés nacional.
No era para menos. Hacía varios años que las mamás de todo el país, cansadas de las quejas sobre faltas y equivocaciones en los regalos para sus hijos; y con la falta de respuesta del Supremo Papá Noel, habían comenzado a reunirse en distintos lugares: en las plazas los domingos, a la salida del colegio de los chicos, en la puerta del club después de natación…
El clamor se había organizado y ahora ellas se harían escuchar.
A la citada hostería llegaron en micros, trenes, aviones y sulkys, desde los cuatro puntos cardinales.
A mi, me tocó cubrir el evento, para un medio de prensa. Nunca había visto tal organización, en un Congreso. Las credenciales identificatorias, eran de diferentes colores y nos indicaban a qué “sala” y “mamá” pertenecíamos. Por ejemplo, mi credencial decía: María Gutiérrez, pertenece al grupo de mamá Rosita / a la salida de su actividad, identifique a su mamá, acerquese y tome toda la merienda con sus compañeritas de grupo / para volver a ingresar, muestre que se ha lavado los dientes “a conciencia”.
Esos detalles me parecieron algo exagerados, pero simpáticos; así que obedecí, para no quedarme afuera.
El primer taller del que participé, era: “Cartas en letra de imprenta o cursiva?”. Descubrí, que todos los reclamos eran válidos; aparentemente, por más que se hubieran esforzado, Papá Noel, había traspapelado regalos, que habían sido perfectamente solicitados.
Esa misma tarde, siendo el primer día del Congreso, mi grupo participó también de: “No tengo chimenea,… por dónde entran los regalos?”. Una estadística decía que sobre un total de 13.405.122 hogares encuestados, sólo 344.008, poseen chimenea, lo que hacía un total de 13.061.114 hogares sin chimenea, que tenían serias dificultades en el acceso de ingreso de Papá Noel y el estacionamiento del “dichoso trineo”.
El segundo día, no fue menos interesante.
Participé de la mesa redonda: “Soy madre primeriza, quién me da el mail de Papá Noel?
Ahí descubrí, lo difícil que era acceder a este dato. Inclusive, algunas mamás solteras, sin libreta de casamiento, tenían más problemas en el asunto…??!! Una de las expositoras propuso subir un sitio a internet, donde los datos de logística de Don Noel, estuvieran al alcance de todos. Fue maravilloso, aunque hubo varias oposiciones, la sala se colmó de un rumor que casi se hizo grito: QUEREMOS EL MAIL DE PAPA NOEL!! QUEREMOS EL MAIL DE PAPÁ NOEL!! QUEREMOS EL MAIL DE PAPÁ NOEL!!
Por lo que la postura del sitio en internet, ganó la disertación.
Al mediodía hubo un almuerzo para la prensa, y ya había algunas definiciones:
“hasta cuando seguiría el reinado de Papá Noel, si las mamás debían ocuparse de todo??”
“basta de cartas con dibujos de colores!!, sólo mails con acuse de recibo”
“fondo común de inversión, para compras comunitarias (si debían comprarse 14.556 Barbies, conseguirían precios por mayor!!)”
“no desmitificar la figura de Papá Noel. Durante el año, que se ocupe de conseguir precios, y las mamás de las gacetillas de prensa y la distribución”