Hostería La Domanda
Villa Berna – Córdoba – Argentina
Espacios de cuento:
Biblioteca abierta para niños y adultos.
Taller de oralidad: “Animándose a contar”
Espectáculos de narración para niños y adultos.
Diría sin temor a equivocarme, que mi bruja nació en LA COCINA.
Desde allí hablaré y será vital explicarles cómo dejé que naciera la hechicera, que despertó a la bruja allí…
Las brujas o hechiceras tienen en cualquier lugar del mundo, ciertas particularidades...
Suelen volar en sus escobas, preparar brebajes en sus calderos, tener un cuervo en su hombro y según sus años de experiencia, una verruga en la nariz.
A esta altura de mi vida he aprendido varias cosas sobre mi misma y sobre otras brujas que me rodean. Si pienso en todas las mujeres sabias que murieron en una hoguera, por no haber sido comprendidas, se me estremece el corazón...
Por estos días he descubierto que, sobre todas las cosas, amo usar mi caldero. Para mis amigos, para mí, o para cualquier desconocido desprevenido. Tal vez, cuanto más desprevenido, mejor...
Debo confesar, por otro lado, que me encuentro en pleno estudio de vuelo sin motor, pero todavía estoy en las preliminares. Hay vuelos que me salen bastante bien, planeo por las tardes, que es cuando más me gusta, de árbol en árbol. Sinceramente, prefiero los abedules, que son algo más cadenciosos cuando uno se apoya en ellos, tienen un suave contoneo que mece y calma al más exaltado de los humanos. Deberían probarlo. También me gustan los tilos y fundamentalmente, me tranquilizan. Sin dudarlo, los recomiendo en el verano, cuando el follaje es tupido y sus hojas verdes claras alivian la mirada, sin mencionar el aroma fresco de sus flores, que por supuesto, al bajar del árbol, probaré en infusión.
Volviendo al vuelo sin motor, que hace años practicaba mi padre con dos alas de madera de verdad, dóciles y estilizadas; seguiré practicando un tiempo más, con el levitar de mis alas de maga. Lo de la escoba, aún no me sale, quizás no he encontrado la indicada.
Por mi pago, casi todas tienen una, pero no sé cómo o cuándo la usan, porque por más que miro el cielo, nunca las veo volar en escoba, así que seguiré intentando con las alas del alma, que bastante bien me han resultado.
Ustedes pensarán, para qué quiere probar con la escoba, si con las alas le va tan bien??
Usar las alas del alma, es de cuidado. Más de una vez me ha pasado que subí fácilmente al abedul, pero me fue muy difícil bajar, y me han contado algunas compañeras, que con escoba uno maneja las velocidades y las alturas como quiere...
Recuerdo a mi abuela, diciendo, - “bajá de la palmera!!”, y ahora entiendo, que hablaba con otra bruja desprevenida, que había subido, pero no sabía cómo bajar…
Yo sigo intentando, pero por ahora sin escoba, hasta que encuentre una bruja veterana que me explique el despegue y fundamentalmente el aterrizaje...
Mientras busco una buena maestra, sólo me ofrezco como maga experta en el ámbito del caldero, total con el vuelo, tengo tiempo..., creo que me faltan varios años, hasta llegar a la categoría de “master en brujería” y obtener mi propio cuervo y una horrible verruga en la nariz...
El Congreso Nacional de Mamás Noel, estaba por comenzar.
Todos los cupos estaban cubiertos; no se tomanban más ponencias y algunas mesas redondas, habían cubierto su participación, el mismo día que se abrieron las inscripciones.
Se celebraría en una hostería de montaña, en un pueblo llamado Villa Berna, en la provincia de Córdoba; y afortunadamente había conseguido ser de interés nacional.
No era para menos. Hacía varios años que las mamás de todo el país, cansadas de las quejas sobre faltas y equivocaciones en los regalos para sus hijos; y con la falta de respuesta del Supremo Papá Noel, habían comenzado a reunirse en distintos lugares: en las plazas los domingos, a la salida del colegio de los chicos, en la puerta del club después de natación…
El clamor se había organizado y ahora ellas se harían escuchar.
A la citada hostería llegaron en micros, trenes, aviones y sulkys, desde los cuatro puntos cardinales.
A mi, me tocó cubrir el evento, para un medio de prensa. Nunca había visto tal organización, en un Congreso. Las credenciales identificatorias, eran de diferentes colores y nos indicaban a qué “sala” y “mamá” pertenecíamos. Por ejemplo, mi credencial decía: María Gutiérrez, pertenece al grupo de mamá Rosita / a la salida de su actividad, identifique a su mamá, acerquese y tome toda la merienda con sus compañeritas de grupo / para volver a ingresar, muestre que se ha lavado los dientes “a conciencia”.
Esos detalles me parecieron algo exagerados, pero simpáticos; así que obedecí, para no quedarme afuera.
El primer taller del que participé, era: “Cartas en letra de imprenta o cursiva?”. Descubrí, que todos los reclamos eran válidos; aparentemente, por más que se hubieran esforzado, Papá Noel, había traspapelado regalos, que habían sido perfectamente solicitados.
Esa misma tarde, siendo el primer día del Congreso, mi grupo participó también de: “No tengo chimenea,… por dónde entran los regalos?”. Una estadística decía que sobre un total de 13.405.122 hogares encuestados, sólo 344.008, poseen chimenea, lo que hacía un total de 13.061.114 hogares sin chimenea, que tenían serias dificultades en el acceso de ingreso de Papá Noel y el estacionamiento del “dichoso trineo”.
El segundo día, no fue menos interesante.
Participé de la mesa redonda: “Soy madre primeriza, quién me da el mail de Papá Noel?
Ahí descubrí, lo difícil que era acceder a este dato. Inclusive, algunas mamás solteras, sin libreta de casamiento, tenían más problemas en el asunto…??!! Una de las expositoras propuso subir un sitio a internet, donde los datos de logística de Don Noel, estuvieran al alcance de todos. Fue maravilloso, aunque hubo varias oposiciones, la sala se colmó de un rumor que casi se hizo grito: QUEREMOS EL MAIL DE PAPA NOEL!! QUEREMOS EL MAIL DE PAPÁ NOEL!! QUEREMOS EL MAIL DE PAPÁ NOEL!!
Por lo que la postura del sitio en internet, ganó la disertación.
Al mediodía hubo un almuerzo para la prensa, y ya había algunas definiciones:
“hasta cuando seguiría el reinado de Papá Noel, si las mamás debían ocuparse de todo??”
“basta de cartas con dibujos de colores!!, sólo mails con acuse de recibo”
“fondo común de inversión, para compras comunitarias (si debían comprarse 14.556 Barbies, conseguirían precios por mayor!!)”
“no desmitificar la figura de Papá Noel. Durante el año, que se ocupe de conseguir precios, y las mamás de las gacetillas de prensa y la distribución”
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