domingo, 28 de septiembre de 2008

GRACIAS A LA VIDA...

Gracias a la vida, que me ha dado tanto..., decía Violeta.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto..., me ha dado el sonido y el abecedario... formé las palabras que pienso y declaro..., me ha dado la marcha de mis pies cansados, con ellos anduve, ciudades y charcos, playas y desiertos, montañas y llanos. Y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Cómo quejarse de esta vida, que nos regala maravillas a cada minuto, amaneceres, cielos naranjas, sonrisas de niños, llantos de amores, un abrazo fuerte del amigo, un vino embriagador en una noche fría de invierno, un cielo turqueza en ese cuyo inolvidable..., una historia regalada sin intención... pero con intención contada.

Como siento que es tiempo de agradecer, aprovecho esta mañana concordiense algo gris, pero viva en el agua de un río Uruguay que pasa a pocos metros de aquí y me deja ver las personas que caminan en la orilla de enfrente..., Salto, Uruguay. Y pienso, cuántas veces estuvimos en la orilla de enfrente... cuántas veces no nos escucharon, no nos vieron...
Esa fue una de las premisas de este CAMINANDOCUENTOS, escuchar las voces que pareciera, no se escuchan... Hagamos un poco de silencio, para ESCUCHAR entonces, lo que alguien tiene para decirnos.

Tratando de guardar la mayor fidelidad, al hacerlo, este próximo sábado 18 de octubre, volveremos a encontrarnos, por última vez en este año; los amigos de siempre traerán sus cuentos, y con buena música, trataré de contarles alguna de esas historias de escuché en Oberá, Resistencia, Puerto Madryn, Concordia, Aguilares, o Villa Berna.
Los espero, los que me contaron esas historias, los esperan...

GRACIAS A LA VIDA, QUE ME HA DADO TANTO!!

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